You're waking up
A part of me i've never known
And i've never felt so invincible
And I won't try so you'll stay
This time I won't try
And I won't change
This time I won't try to stop you
POV Elisabeth
Cuando fueron las tres de verdad, me levanté de la cama donde me había pasado las horas siguientes pensando en el dichoso líder y observando su símbolo azul. Me dirigí al comedor, esperando ver a alguna de las chicas y pasar del tema. Y decidí no decirle a nadie que le había visto. Me traería problemas, y seguramente a él. No sé porque tuve la sensación de que él no tenía que haber estado allí. Además, estaba segura de que la mayoría vendrían a preguntarme sobre el tema. Y no. Prefería olvidarlo.
Igualmente, me preocupaba el hecho de que el líder Jones le contara a alguno de los demás líderes que estaba fuera, por que en teoría no debería de haber salido de la clase. Pensé en el castigo que me caería encima. Puede que me reduzcan mis raciones de comida a nada, que me peguen hasta quedarse a gusto. O incluso puede que me torturen.
Sacudí la cabeza mientras iba por los blancos pasillos, camino al comedor. No. Ahora no podía pensar en eso. Lo que venga, vendrá, y en aquel momento lo que más me preocupaba era el ser vista. Era muy difícil camuflarse entre aquellos edificios claros llevando el uniforme negro oficial de Super City, pero por suerte, me topé con una multitud que acababa de salir de clase. Me colé entre ellos sin que nadie se diera cuenta, y finalmente acabamos todos en el comedor. Me fui a la mesa donde había estado el día anterior con Claire, Ann y May y no me sorprendí al verlas charlar tan animadamente, como si ahí no pasara nada. Como si no las obligaran a vivir en Super City. Como si fueran felices, a pesar de todo.
Me daban envidia. Quería empezar a entender el motivo de Super City e integrarme ahí, ser feliz en aquella extraña ciudad. Pero mi subconsciente no me dejaba. Me decía que tenía que escapar de ahí, que el motivo por el cual existía Super City no era del todo convincente para mí. Me repetía mil veces que no estaba hecha para ese lugar y que, seriamente, tenía que plantearme el escapar.
Pero, ya me dirás tú como te escapas de un lugar donde por enamorarte de uno de los líderes, te matan.
Vi que en la mesa estaba escrito mi número y mi plato de comida estaba ya encima de ella. A sí que siempre nos teníamos que sentar en el mismo sitio, pensé. Recordé la primera carta de los líderes. Me habían asignado a esas tres chicas, por eso nos hacían sentarnos en el mismo sitio.
Hasta las amistades te escogen.
- ¡Hey! – me saludó Ann. - ¿Qué tal el primer día de clase?
“¿Les vas a contar que te has ido de clase?”
- Un poco aburrido, pero vamos, supongo que es por que es el primer día.
“No. Mejor que no. Nada de escapes de clase ni de líderes Jones. Nada.”
- Si, ya veras como todo mejorará. – me comentó Claire, dándole un bocado a su comida.
- Eso espero. – susurré.
Mientras comía, las tres chicas siguieron hablando animadamente sobre sus clases y algún que otro chico que había en ellas. Yo me dediqué a mordisquear la comida, ya que no tenía nada de apetito. Pero al final me dije que tenía que comer, que lo último que podía perder en este lugar eran las fuerzas. No les comenté nada de mi clase, ni del incidente como prueba inicial, ni de Matthew, si quiera, al que vi pasar por delante de mi mesa. Me saludó levantando la barbilla, a lo que respondí de la misma forma. Ninguna de las tres chicas se fijaron en él, ya que seguían comiendo y hablando como unas descosidas.
Deseé que algún día yo también pudiera hablar y comer allí sin preocupaciones, tal y como lo hacían ellas.
POV Danny
Al llegar a casa Tom estaba en el gran ordenador llamado Dios, todo estresado, mirando la pantalla como si le fuera la vida en ello. Harry se acercó a él, poniendo la mano en el respaldo de la silla.
- ¿Sabes ya que ha pasado?
- Un fallo en la clase de los hackers.
- ¿Fallo? Estas cosas no suelen fallar. – le comentó Harry, con la mirada fija en la pantalla aún.
Tom se rascó la barbilla.
- Creo que ha sido a posta. Piensa que los de ahí son hackers, los más listos nos pueden tomar el pelo.
- Difícilmente se atreven a tomarnos el pelo. – le contestó. Tom asintió, preocupado.
- Debe de haber sido alguno nuevo, los veteranos aquí saben los castigos y no creo que se arriesguen.
- Entonces alguien nuevo.
- Alguien se ha querido saltar la clase.
Me quedé asombrado del poder de deducción que tenían los dos juntos, y si encima le sumabas la ayuda del gran ordenador, era muy difícil que se les escapara algo.
- Danny, tu estabas en frente de la clase de los hackers cuando te he encontrado. – dijo Harry, sin despegar la vista de la pantalla. Se me erizó el vello de la nuca. - ¿Has visto a alguien salir?
“Si.”
- No. – mentí.
- ¿Seguro?
- Que no.
No podía hacerle aquello a aquella chica. A saber el castigo que les implantarían estos dos si la cogen. Además que, por mucho que dijera que había visto a alguien, ni siquiera me había podido fijar en su número, no serviría de gran ayuda.
Aunque estaba seguro de que, no se como, al final acabarían encontrándola. A sí que, me callé la boca y me hice el indiferente, como siempre.
- Si alguien se ha escapado habrá vuelto a su habitación, digo yo. – comentó Tom de nuevo. – No creo que se haya quedado por los pasillos.
- Seguro que estaba acojonado pensando en que lo podían pillar.
- Exacto.
- Revisa las cerraduras de las habitaciones de los hackers. – le ordenó Harry. – Si alguien ha entrado, el dispositivo lo habrá almacenado.
No sabía que había echo aquella chica exactamente después de vernos, pero si había ido a su habitación, estaba perdida. En cada cerradura había un dispositivo que controlaba las entradas y las salidas de cada habitación. A sí que estaba todo almacenado en el ordenador. Una sensación de culpabilidad me envolvió entero. Era como si una inercia me dijera que tenía que hacer algo al respecto.
No podía dejar que nadie más muriera en aquel sitio.
- ¿No podéis pensar que ha sido un fallo y ya está? – les comenté, acercándome al ordenador. – Es tecnología, joder, estas cosas suelen fallar de vez en cuando.
Harry me miró como si fuera estúpido. No me esperaba menos de él.
- Es difícil que este ordenador falle. – me respondió.
- Vale, es difícil, pero no imposible. – insistí. – Además Dougie y yo hemos estado fuera y al menos yo, no he visto a nadie. Preguntadle a Dougie si eso.
Tom seguía rascándose la barbilla y mirando hacia los lados. Lo estaba convenciendo.
- Tiene algo de sentido. – comentó Tom segundos más tarde.
- ¡Venga ya, Tom! – se quejó Harry. Estaba seguro que también pensaba lo mismo que Tom, solo que le encantaba llevarme la contraria y le crispaba que de vez en cuando, yo también tuviera algo de voz en este proyecto.
- Además, estoy seguro de que si alguien nos hubiera visto fuera, hubiera venido corriendo a hablar con nosotros o algo así.
- Somos dioses, sagrados, Danny. – siguió Harry. - ¿Acaso los religiosos van a hablar con su Dios?
- No, no, tiene razón Danny. – respondió Tom. – Es probable que si los ven por la calle lo que harían sería ir a hablar con ellos, abrazarles o algo así, contacto humano con los líderes. Eso es el súmmum del súmmum en este sitio.
Estuve a punto de añadirle un “Por desgracia” a aquella frase.
- Tú revisa las cerraduras, por si acaso. – espetó Harry, intentando matarme con la mirada.
Tom no le contestó y yo seguí con la mirada a Harry, que salía de la habitación dando un portazo. Suspiré aliviado.
- ¿Lo harás? – le comenté a Tom. Este negó con la cabeza.
- Le diré que si, pero tienes razón, un fallo lo tiene cualquiera.
- Bien, entonces.
Aunque salí del cubículo más relajado sabiendo que podría haber salvado una vida, no me acababa de convencer la respuesta de Tom. Me había sido muy fácil convencerle, tanto, que creí que en realidad acabaría mirando las cerraduras igual.
Lo único que podía hacer era esperar, y si, dentro de unos cuantos días, teníamos un visitante nuevo en las cárceles de Super City, ya podía decirme a mi mismo que a Tom no se le puede convencer nunca. O que Harry también sabe manejar el ordenador más de lo que creía.
Joder, esa chica está perdida.
*
Hellow.
Subo dos capítulos por que hoy me siento generosa, fijate tú. (No, en realidad me han parecido muy cortos los dos y me daba penita dejarlo ahí, y más ahora que la cosa se pone minimamente interesante, jsjsjsjs)
Pues nada, nada más que decir.
Bueno si, es increíblemente triste que no tenga ni un solo comentario en los últimos capítulos, pero agradezco que algunas personas me vayan dando su opinión por twitter y tal, pero siempre hace ilusión ver que te han dejado un comentario decente aquí, es solo un pequeño dato *coff*
Nada más, gudbai.
<3