viernes, 6 de abril de 2012

Twelve.



Her feelings she hides.
Her dreams she can't find.
She's losing her mind.
She's fallen behind.
She can't find her place.
She's losing her faith.
She's fallen from grace.
She's all over the place.







POV Elisabeth
El despertador sonó a la hora exacta, pero no me hizo falta. Llevaba despierta dos horas ya, dando vueltas en la cama, teniendo una estúpida sensación de inseguridad que no se iba ni aunque me convenciera a mi misma de que las cosas irían bien. Cuando llegué a clase, Matthew ya estaba sentado en el sitio del día anterior, mirándome con una gran sonrisa. Me pregunté que narices haría para estar tan feliz. Por que todo el mundo se sentía seguro ahí y yo no.
-       ¿Hoy también pretendes saltarte unas horitas de clase? – me susurró.
Recordé por un momento al líder Jones de pie, sonriendo, como si nada pasara ahí. Hasta los jodidos líderes actuaban como si nada malo pasara en aquel lugar.
No quiero volver a ese chico nunca más, me dije.
-       No. Hoy voy a ser una chica buena. – le contesté, intentando convencerle de que estaba bien. Y que todo iba bien.
Pero no lo conseguí.
-       ¿Estás bien? – me preguntó, frunciendo el ceño.
-       Si, claro, ¿Por qué no iba a estarlo? – le contesté, sonriendo, lo más convincente que pude.
Matthew alargó su mano y me la puso en el hombro. Otra vez aquella descarga eléctrica, que acababa en el cerebro y que hacía que me temblaran un poco las manos. Le miré durante ese nano segundo y vi como fruncía el ceño, intentando concentrarse.
Aparté su mano de un manotazo, haciendo que aquella cara de concentración se desvaneciera.
-       ¿Por qué das calambre siempre, joder? – me quejé, tocándome el hombro.  – Macho, aléjate de los ordenadores por que un día aparecerás frito en tu habitación.
Él, en cambio, no me respondió. Torció su sonrisa de pronto, haciendo que me estremeciera un poco.
-       ¿Qué pasa? – le pregunté, algo asustada.
-       Nada. Mejor le prestamos atención a la computadora, que estoy seguro de que no quieres problemas. – respondió, diciéndolo como si nada. Fruncí el ceño. - ¿Verdad que no quieres más problemas?
“Más.”
-       No. – contesté.
-       Entonces vamos a prestar atención. – contestó sonriendo.
Como estaba asustada por esa seguridad con la que decía las cosas, me giré y presté atención a toda la clase entera. Más que nada por que no quería pensar en nada.
No me atreví a mirar a Matthew durante todo lo que quedó de día.

Los días pasaron y todo se volvió más monótono de lo que yo jamás llegué a creer. Levantarse, ir a clase, comer, ir a clase, dormir. Y así sucesivamente. Las clases cada vez me daban más miedo. Nos enseñaban técnicas tan complejas como la de desactivar una bomba, por ejemplo, o aprender a meternos en archivos que jamás pensé que sería capaz de investigar. Pero no me gustaba. No estaba bien. No me era ético, o al menos aquello pensaba yo. Vale que “en un futuro” puede que nos hiciera falta, pero no me sentía bien haciéndolo.
 A medida que pasaron los días intenté meterme más en la mentalidad de Super City. O sea, intenté dejar de cuestionármelo todo e intentar sobrevivir ahí. A parte, no volví a saltarme ninguna clase más, no por el miedo de que me pillaran, si no por el miedo de volver a encontrar a alguno de los líderes. Cosa poco probable, pero, joder. De aquel día deduje que seguramente tenían la ciudad libre para ellos mientras nosotros estábamos en clase. O eso pensé, era solo una suposición.
Pero por mucho que intentara pensar un poco como la gente de ahí, siempre tenía esa espina que me decía que no estaba haciendo lo correcto y que tenía que irme de allí, fuera como fuera. Empecé a echar de menos a mi familia y ese fue uno de los motivos principales por los cuales me dije que tenía que hacer algo para salir. Aunque siempre que lo pensaba me acariciaba la nuca, pensando en como narices podía quitarme aquella cosa sin morir en el intento.
No tenía nada pensado, pero estaba segura que sola no podía hacerlo. Lo primero que había que hacer era reclutar a gente. Y como no conocía a casi nadie, solo pensé en May, Ann y Claire.  Pero, poco a poco. Primero quería conocer su opinión sobre el tema, ver si alguna se quejaba de alguna cosa, para ahí meter mis ideas para intentar escaparnos.
Pero, repito, poco a poco. Había que pensarlo. Y muy bien.


*
Nada que decir, solo que la cosa se pone interesante. En serio. Lo digo de verdad.

<3